Bagatella. café-cocina

En el nuevo concepto del local era fundamental concebir un espacio natural, sencillo sin excesivos elementos diseñados, junto con un presupuesto mínimo. Esto nos llevó a una búsqueda de la eficacia. Hemos modelado el volumen del local existente, pensando con las manos. Un techo que se come el ruido, en el que a la vez te encuentres cómodo, acogido. Siempre encontrarás en él tu color preferido. Tu estampado afín. Un techo que cambiará con las estaciones.

Los límites verticales, blancos y en lo alto mucha tela. Se buscaba con ello una atenuación de la molesta contaminación acústica. Las bandas textiles paralelas al acceso, permiten conservar la sensación de techos altos del local, al tiempo que ocultan todas las nuevas instalaciones vistas, incluida la iluminación. Sus distintas alturas delimitan las diferentes áreas de uso; la barra, acceso a cocina, zona de cuarto de basuras, etc.

Una nueva puerta transparente, ¡gracias!, pase, pase, está en su casa. Dejar el suelo existente y prolongarlo para hacer la base de la barra. La barra-mostrador, una pieza irrepetible. José Vázquez ha realizado una pieza formada por contrachapado de okume encolado y tratado con resinas como si fuera una tabla de surf.